LEYENDA DE LA VIRGEN DE LA ENCINA

Como todos sabéis se acerca la romería de la Virgen de la Encina, en Baños de la Encina. Es el segundo domingo de mayo, por eso hoy vamos a contar la leyenda de la virgen.

Cuenta la leyenda que un 9 de mayo, un labrador se encontraba arando sus tierras a última hora de la tarde cuando el sol se escondía y, de repente, escuchó un fuerte estruendo que le obligó a girarse. Cuál sería su sorpresa al ver en lo alto de una esquina la figura de una mujer cubierta por una intensa luz blanca.

Tras la primera impresión, se acercó a la encina y le preguntó quién era. 

- soy la Virgen y tengo que darte un mensaje: mi deseo es que aquí donde estamos construyáis un santuario donde darme culto.

El labrador dejó el trabajo y se dirigió al pueblo para comunicarlo a las gentes del lugar que no daban crédito a lo que escuchaban y  querían comprobar este suceso extraordinario por ellos mismos. Pero cuando llegaron al lugar, no había rastro de la imagen.

A pesar de ello, y aprovechando las ruinas de un torreón medieval, construyeron la ermita donde se le rinde culto a la Virgen de la Encina.

Y cuentan que desde entonces  en las bellotas que brotan del árbol aparece la silueta de la que podría ser la Virgen.