lunes, 20 de abril de 2015

 

LEYENDA DE LA CRUZ DE PLATA


 Empezamos la semana con una leyenda que está relacionada con dos monumentos del pueblo, La Ermita de Jesús del Llano y el Molino del Santo Cristo. Esperamos que os guste y os sorprenda.


















 




Dice la leyenda que un par de ladrones se adentraron en la Ermita de Jesús del Llano una noche de tormenta, aprovechándose de que quién cuidaba el lugar era un matrimonio de viejos santeros y robaron la cruz de plata.

Nada más se supo de ella hasta que un joven que cuidaba una piara de cerdos vio algo brillar en el suelo entre el estiércol. Desenterraron la cruz, la devolvieron a su sitio y se celebró una fiesta en su honor.

Un tiempo después los ladrones entraron de nuevo a robar la cruz. No tardaron en llegar a Portugal, lugar en el que la vendieron y cobraron en oro.

Muchos años después el ladrón regresó a Baños de la Encina diciendo que había estado trabajando en América y que con el dinero que había ahorrado iba a comprar una casa y tierras. Levantó un molino en la parte alta del pueblo y otro cerca del río Rumblar.







Dicen que la justicia divina mandó un vendaval que destruyó el molino y al año siguiente las crecidas del río Rumblar arrancaron el otro molino. Ya viejo y en su lecho de muerte confesó el delito y la justicia de Dios se encargó de él.



















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